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23 de octubre de 2011

Cuando hierve la sangre





Seguro que más de una vez nos ha ocurrido, delante de un comentario o de una conversación subida de tono nos tensamos, nos hierve la sangre, nos llenamos de ira, frustración y resentimiento.  Nuestras emociones negativas dirigen el rumbo de nuestra mente, perdemos la claridad mental y la respuesta instantánea es el ataque, la huida o el bloqueo. Si en ese momento nos dejamos llevar por nuestras emociones seguro que nuestra lengua se volverá afilada como una víbora y provocaremos más que dialogaremos.
Cuando el corazón late con tanta fuerza que parece que va estallar por la furia contenida, no debemos ignorar esas emociones ni acallarlas pero tampoco podemos abrir la boca en ese momento porque seguro que lo que diríamos sería fruto de un arrebato,  que solo conseguiría poner más leña al fuego. La prioridad, lo único que importa justo en ese instante es reequilibrarnos.
¿Cómo? Con el silencio. Respirar hondo, contar hasta diez como nos decían cuando éramos pequeños, en definitiva frenar a nuestro cerebro que en ese momento se siente lleno de cólera. ¿Y luego? Luego,  como por arte de magia, estaremos más predispuestos a construir en lugar de destruir y podremos emitir una pregunta abierta para intentar establecer un diálogo sin contraatacar. No es el momento de argumentar sino de escuchar sin interrumpir y fomentar el diálogo.

No soluciona nada evitar personas o situaciones complicadas. No podemos escoger a todas las personas que interaccionan con nosotros al largo del día o en muchos momentos de nuestra vida pero si que podemos escoger si nos dejamos inundar por la ira que nos provocan o no. Cierto es que alguien que tiene por naturaleza un  temperamento calmado difícilmente entra en el juego de la discusión pero con trabajo personal todos podemos ser maestros de nuestras emociones.


10 comentarios:

Maeglin dijo...

Yo me confieso de sangre caliente pero, como la vida se empecina en demostrarte, son las ocasiones donde más calma consigues atesorar las que mejor se solventan siempre.

Pepe Cahiers dijo...

Yo soy el tipo más tranquilo del Universo conocido, pero tenía un compañero de trabajo, un vago pendenciero al cuadrado, que me sacaba de mis casillas y un día casi nos damos de palos.

El Tirador Solitario dijo...

Yo soy tranquilo al igual que Cahiers, y dese luego mantener la calma es lo más inteligente, lo más sensato...y fíjate, hace unos días en un curso me decían lo mismo...contar hasta 10-50-100 o lo que haga falta!!!

natsnoC dijo...

Pues a mi es más fácil ofenderme que enfadarme. Como se suele decir, "dos no se pelean si uno no quiere", y yo nunca quiero. A veces me he preguntado si será cobardía, pero realmente aún no he encontrado un ejemplo suficientemente bueno de que ponerme a pegar gritos o a humillar a una persona ayude en ningún tipo de conflicto.

Y a pesar de lo que digo, la gente me tiene un miedo... Qué cosas. Teme la ira del hombre tranquilo. Será eso, porque si no...

Clementine dijo...

Yo no soy capaz de controlar estas situaciones, la injusticia y la falta de respeto me pueden y saco a relucir lo peor de mi encantadora personalidad...
Venga, vale, nada de lo dicho arriba es cierto. Todo lo contrario, odio los enfrentamientos, incluso verbales, me incomodan mucho si son ajenos y no me presto en absoluto a participar si me incluyen a mi. Yo soy de las que inquietan con el silencio en esos momentos, creo que mucho más efectivo y desconcertante, para el que te está increpando, que el que te líes tú también a dar gritos como un energúmeno... Y según en qué situaciones, tampoco me callo del todo, digo lo que tengo que decir pero, eso sí, en un tono normal de voz, lo de gritarle al otro me ha parecido siempre un sin sentido.

Y ahora, un añadido a mi comentario. Que sepas que me ha alegrado mucho tu vuelta, Oasis de Layna, por tu blog y sobre todo por ti. Y que sepas también que el título de esta entrada es también el de una película de Steve McQueen. Besos.

Unknown dijo...

Layna, hoy precisamente he tenido que respirar algo más de 10 veces antes de contestar a una funcionaria que me estaba sacando de mis casillas....reconozco que a veces me cuesta un montón "sujetarme"
BESOS

Mario Salazar dijo...

Me gusta lo último que has puesto, ser maestro de nuestras emociones, hay que tratar de llegar a acercarnos a ello, yo tengo mis ratos como cualquiera pero trato de vivir en paz, a veces no faltan conflictivos, de esos que no les gustas porque se les "antoja" o todo lo juzgan en contra tuya como si fueras una mala persona y ellos el Papa, como si uno tuviera que pedir permiso para ser como es, y mientras no le hagas daño a nadie no hay problema pero yo voto por evitar a quienes solo buscan que estemos infelices, y si no se puede tratar de neutralizar esa voz como si no existiera. Pero sería grato que en lugar de problemas, enconos, fastidios y discusiones hubiera bondad, respeto, educación, compasión, fraternidad, tolerancia, y realmente no es tan dificil sino que hay que hacer un esfuerzo, todos por igual. Besos.

Mario.

A-B-C dijo...

Lo que más difícil me parece es sacar la ira donde corresponde y no pagarla con quien no la merece. El mundo de las emociones, interesante y complejo que nos recuerda que no somos autómatas

Layna dijo...

Maeglin. Pues coincidimos en lo que somos los dos de sangre caliente... pero la vida nos enseña que lo mejor es ver y actuar con muuucha calma.

Cahiers.Ya se te ve a ti tranquilo!!! pues tenía que ser muy vago ese compañero.

Tirador. Como no, siendo a amigo de Cahiers, tenías que ser super tranquilo! si sois tal para cual! Pues parece interesante ese curso, a ver que día nos cuentas más estrategías de ese estilo que aprendiste seguro en ese curso.

natsnoC. Pues yo creo que tú eres mega tranquilo, mega conciliador y para nada cobarde. ¿Miedo? pero si eres la persona más buena del mundo mundial!!! tú no puedes dar miedo!!

Clementine. Ya sabía yo que tú podías llegar a intimidar con tu silencio!! No podía ser de otra manera. Gracias por la bienvenida... cierto es que en el anterior post te eche de menos y me alegro que este título te haya hecho entrar a ojear esta que es tu casa. ¿Un título de una película? pues no lo sabía!!! que gracia que me ha hecho ese detalle... Buen título para un post, si señora.

Sory. Y es que a veces hay gente y gente en este mundo...a mí me pasa lo mismo sobretodo si no tengo un día genial pero bueno, lo voy controlando al igual que tú. Besos preciosa.

Mario. Cierto y más cierto todo lo que nos cuentas. A veces se tendrían que evitar ciertas personas y si no se puede pues se las neutraliza aunque solo sea con la mirada. Un respeto mutuo no tendría que ser tan difícil...Besos

A-B-C. Es verdad, las emociones nos alejan de las actitudes automáticas aunque a veces dominar un poco lo que sentimos nos puede ayudar a ser mejores y vivir más felices. Besos

miquel zueras dijo...

A veces no consigo morderme la lengua y por eso solté una en una comida familiar que desde entonces mi hermano lleva dos meses sin hablarme (se lo merecía, vale, pero no me gustan esas situaciones) Recuerdo una noticia del periódico que decía que la policía hace una media de mil salidas en Nochebuena sólo en Madrid por disputas familiares. SAludos. Borgo.