“Prefiero no hablar
de ello” se ha convertido en un comodín automático en bocas de muchos. Todo el
mundo tiene derecho a silenciarse cuando le viene en gana aunque, cuando lo oigo, prefiero dejar la puerta entreabierta por si llega un “Me gustaría hablar de ello”. En mi caso tiendo a comunicarme fluidamente
tanto cuando las cosas pintan oros o bastos pero reconozco que últimamente he
tomado ese atajo emocional diciendo “prefiero no hablar de ello” más veces de las
correctas.
Exteriorizar lo que
ocurre dentro de nuestra mente, de nuestro corazón, de nuestra alma es necesario
para mantener una buena salud emocional. No importa si se verbalizan nuestras
preocupaciones o satisfacciones hablando con una persona de confianza, con un
desconocido o con nosotros mismos en voz baja, no importa si es por escrito en
forma de carta, diario, post, mail, relato o libro. Tanto da el cómo, lo que
importa es sacarlo de dentro, no permitir que se enquiste, que se quede
encerrado en un rincón oscuro de nuestro interior hasta que caduque y sea
demasiado tarde para sacarlo de ahí.
Y todo esto que ya
sabía pero tenía medio olvidado, me lo ha recordado una dulce adolescente
llamada Alba que ha convencido a su mamá para que la deje debutar en su
blog La ventanita de Sory, con un precioso poema llamado Ella. Al leerla he recordado mi adolescencia
cuando escribía cartas a un amor imaginario deseando que se convirtiera en real
por arte de magia, los primeros esbozos de un futuro perfecto, las
conversaciones interminables al lado de una amiga del alma, los pactos de
sangre de amistad eterna, los primeros desengaños incomprensibles. En esa época empecé a escribir Mi diario fruto
de la necesidad de sacar de dentro lo que me quemaba notando como al redactar, se
suavizaba la tristeza, los sentimientos difíciles de catalogar. Aún conservo esa
costumbre aunque ahora, con los años vivimos se ha transformado en relatos o
post sin dejar de ser altamente terapéuticos.
Apuesto por el “Prefiero
hablar de ello”, dejar las cosas claras antes de que caduquen porque la
felicidad propia está en juego y jugar a perder no tiene sentido.
7 comentarios:
Nos has hecho un precioso regalo esta mañana de domingo.
Cuando leo lo que escribe Alba puedo ponerme en "su lugar,lugar en el que estuve y que a veces,desde mi posición de madre, se me olvida.
Mi apuesta es sin dudarlo "Prefiero hablar de ello"
Comunicar, expresar, compartir sentimientos, dudas, problemas, alegrías... sea de la forma que sea es imprescindible para un crecimiento sano del ser humano.
Un superbeso de las dos.
Que feliz me hace saber que os ha gustado a las dos! Contigo como madre seguro que no le falta diálogo y apoyo a Alba!
Ojalá los adultos nos acordemos de exteriorizar lo que nos preocupa o alegra más a menudo. Hablar o escribir sin censuras es de lo que se trata, creo yo. Besos a las dos
Muy lindo y ameno tu post. Me hiso recordar tambien mi juventud, mi diario, mi autografo (aun lo guardo), etc.
Estoy de acuerdo contigo, pero....deberiamos tratar de que lo que salga de nosotros sea pensamientos positivos. Asi como tu entrada, hermosa.
Bueno, Layna, pero los que a veces "preferimos no hablar de ello" generalmente sí lo hacemos, bien con nosotros mismos bien con otras personas.
Lo que pasa es que hay gente que se desahoga mucho hablando y volviendo a hablar con cualquiera que quiera escuchar y otros que prefieren hacerlo con la gente que ellos consideran adecuada. Y no siempre la cercanía es el criterio elegido, a veces se busca otra perspectiva.
Estoy contigo en que no es bueno guardárselo, pero cada persona tiene sus mecanismos y a veces los mecanismos ajenos no encajan.
Hola Layna. Encantada de conocernos! tienes razón, el vehículo de comunicación no es lo más importante, un blog, un amigo, un compañero de trabajo, un... pero lo importante es escucharse a uno mismo. Los problemas se trivializan, pasan a una dimensión real, no sobredimensionada, y se acercan más facilmente a la reflexión... Un abrazo.
Que interesante eso de escribes sobre los blogs, las entradas, y sus cualidades terapéuticas...eso es cierto, y en este caso visitar este blog es algo más que saludable.
Un beso, Layna!!
Me quedo con esa última reflexión que me ha encantado. Sin duda que no podemos estar de acuerdo. Afrontemos siempre de cara el problema. Aplazar las cosas o mirar para otro lado no trae nada bueno.
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