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17 de septiembre de 2010

SIENTO, LUEGO VIVO

Soy de las personas  que opinan que en la vida se debe fluir y dejarse llevar por las señales que vamos encontrando por el camino. De repente  sin tenerlo previsto aparece un comentario, un articulo, un post, una conversación, un libro, un amigo en el camino que nos ayuda a seguir en un dirección concreta que es justamente la adecuada en ese momento.
En la contra de la Vanguardia (11/09/2010) apareció por arte de magia una entrevista de Christophe André que se titulaba “Nos apegamos a lo que debería ser en lugar de a lo que es”. Este psiquiatra que vive en Paris comenta que a veces no sabemos exactamente que sentimos, que nos sumergimos en un estado de ánimo (esa mezcla sutil de emociones y pensamientos que nos acompaña en todo momento)  provocado por alguna información del mundo exterior que nos lanza a  dar  vueltas y más vueltas a lo que nos pasa entrando dentro de un bucle negativo. Esas cavilaciones surgen de la pregunta ¿por qué? (que es una pregunta intelectual)  cuando la pregunta correcta sería ¿cómo? (pregunta de observación)  la cual es realmente la  que nos ayudará  a conseguir que el problema no persista.
La herramienta adecuada es la introspección, detenerse a preguntarse qué sentimos. Ser capaces de hacerlo de manera consciente tiene su dificultad, no nos engañemos,  pero la clave está en estar presente en el momento presente, en ser capaz de vivir el Aquí y el Ahora  sin filtro, sin expectativas. Pero a nuestro cerebro humano le gustan más los estados de ánimo negativos que los positivos, por inercia nuestro cerebro vive en la anticipación o en darle vueltas a las cosas del pasado y entonces surge la preocupación que no es más que intolerancia frente a la incertidumbre y en nuestra mente, repleta de problemas por adelantado, deja de haber espacio para las pequeñas alegrías de la vida.
¿Cómo podemos regular todo esto? Aceptando que no podemos controlarlo todo, que los problemas forman parte de la vida, aceptando la incertidumbre. ¿Cómo podemos ponerlo en práctica? SONRIENDO y así aumentaremos nuestros estados de ánimo positivos, DANDO UN PASEO y dejando un espacio físico entre el problema y nosotros, HABLANDO con otras personas, practicando la GRATITUD
En definitiva la felicidad es bienestar + conciencia, debemos recordar siempre y en todo lugar que la felicidad es efímera e intermitente, saber hallar dentro de la tristeza o la desdicha un momento para sonreír y asumir la imperfección nos predispone a la felicidad.


3 comentarios:

Jlin dijo...

Genial el post de inauguración del blog :-) un placer leerte también por aquí.

Layna dijo...

Gracias JLin por tu comentario tan alentador :D, espero que sigas visitando el blog

...solo una mujer. dijo...

Me ha gustado tu post y tu interpretación. Te sigo leyendo.

Un abrazo!