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30 de noviembre de 2010

Tú vives siempre en tus actos. Pedro Salinas


                                          Tú vives siempre en tus actos.
                                          Con la punta de tus dedos
                                          pulsas el mundo, le arrancas
                                          auroras, triunfos, colores,
                                          alegrías: es tu música.
                                          La vida es lo que tú tocas.

                                          De tus ojos, sólo de ellos,
                                          le la luz que te guía
                                          los pasos. Andas
                                          por lo que ves. Nada más.

                                          Y si una duda te hace
                                          señas a diez mil kilómetros,
                                          lo dejas todo, te arrojas
                                          sobre proas, sobre alas,
                                          estás ya allí; con los besos,
                                          con los dientes la desgarras:
                                          ya no es duda.
                                          Tú nunca puedes dudar.

                                          Porque has vuelto los misterios
                                          del revés. Y tus enigmas,
                                          lo que nunca entenderás,
                                          son esas cosas tan claras:
                                          la arena donde te tiendes,
                                          la marcha de tu reloj
                                          y el tierno cuerpo rosado
                                          que te encuentras en tu espejo
                                          cada día al despertar,
                                          y es el tuyo. Los prodigios
                                          que están descifrados ya. (...)
                                                                                                                                                             

Fragmento  La voz a ti debida de Pedro Salinas


27 de noviembre de 2010

La vida es incierta.


La vida es incierta, sin embargo el instinto de supervivencia del ser humano lucha con todas sus fuerzas contra esta afirmación. De ahí nuestra necesidad de tener el máximo grado de control posible sobre todo lo que sucede en nuestra existencia. Pretendemos que la realidad se adapte a nuestras necesidades y expectativas acallando la constante incertidumbre de la vida. Queremos que las cosas sean como deseamos, esperamos y planeamos. Solemos frustrarnos e incluso enfadarnos cada vez que surgen imprevistos, contratiempos o adversidades. Lo cierto, es que los seres humanos somos animales de costumbres. Demasiado a menudo, nuestra necesidad de saber qué, cómo y cuándo van a suceder las cosas nos lleva a tomar el camino más estable y seguro, aunque no sea el que nos genere mayor bienestar interno. En general nos gusta crear y preservar nuestra propia rutina y optamos por un estilo de vida estrictamente planificado, carente de riesgos. Todo esto lo hacemos en nombre de la seguridad.
Sin embargo, este tipo de comportamiento pone de manifiesto que nos sentimos profundamente indefensos e inseguros. Vivimos bajo la tiranía del miedo. De hecho nos aterra todo aquello que no podemos controlar.  Para salir de todo este circulo vicioso debemos potenciar la confianza que es el único antídoto contra el miedo y centrar nuestra atención en aquello que sí dependa de nosotros.

La mayoría de nosotros no sabemos convivir con la incertidumbre. Tratar de tener el control nos  causa tensión, soltarlo nos produce ansiedad. Así cuanto más inseguros nos sentimos por dentro, más tiempo, dinero y energía invertimos para asegurar nuestra existencia externa. Vencer el miedo requiere coraje. Vivir con coraje nos lleva a salir de la cárcel de la mente, nos ayuda a derribar la coraza que hemos tejido con nuestros temores para protegernos. Esto nos permite tomar decisiones en consonancia con nuestros verdaderos sueños, más allá del miedo y de la necesidad de control. Si aspiramos a ser verdaderamente libres, debemos recordarnos de vez en cuando que la vida es incierta

25 de noviembre de 2010

Perlas de sabiduría (2)


“Los que estuvimos en campos de concentración recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas -la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias- para decidir su propio camino”

El hombre en busca de sentido, Viktor Frankl

23 de noviembre de 2010

Etiqueta inteligente

Hace unos días fui a una conferencia sobre Ideas Innovadoras en las Empresas. Hablaron de un concepto que desconocía que es la Etiqueta inteligente. Explicaron un ejemplo. Cuando entro en una tienda tipo Zara y cojo un pantalón en concreto, por el simple echo de cogerlo se activa la tarjeta adherida al pantalón (donde están los códigos de barras) y detecta si me los pruebo o no, si los compro o no. Se realiza un seguimiento de la prenda de principio a fin sabiendo exactamente que prendas son las más atractivas o llaman más la atención, cuales una vez probadas son compradas o no. Con un análisis exhaustivo de todo el proceso, consiguen diseñar y crear el pantalón ideal, el que según ellos existe en mi mente pero que ni yo misma sé como es. Plasman mis deseos inconscientes en forma de pantalón en un tiempo record de 1 semana y así, cuando vuelva a pasear por la tienda tipo Zara, entraré, miraré y veré un pantalón como el que yo deseaba hace unos días  y lo encontré, será del color que yo quería, bajo o alto de cintura, ancho o estrecho, todo según mi deseo inconsciente y del precio que yo estoy dispuesta a pagar por esa prenda. Me lo servirán en bandeja y solo mi criterio final podrá decidir si lo compro o no pero su trabajo (plasmar mi sueño en forma de pantalón) lo habrán conseguido perfectamente.
Y es que ahora, el genio de la lámpara mágica habita en una Etiqueta inteligente… a ver si la Etiqueta inteligente me consigue tres deseos que no sean pantalones!!! Todo es cuestión de desear ….

22 de noviembre de 2010

Tiempo para pensar. Caballo


Un campesino que enfrentaba muchas dificultades poseía algunos caballos que lo ayudaban en los trabajos de su pequeña hacienda. Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los mejores caballos había caído en un viejo pozo abandonado. Era muy profundo, y resultaría extremadamente difícil sacarlo de allí.
El campesino fue rápidamente al lugar del accidente y evaluó la situación, dándose cuenta de que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el costo del rescate, concluyó que no valía la pena, y pidió al capataz que sacrificara al caballo tirando tierra al pozo hasta enterrarlo. Y así se hizo.

A medida que la tierra le calaba encima, el animal la sacudía. Esta se acumuló poco a poco en el fondo del pozo, permitiéndole subir. Los hombres se dieron cuenta de que el caballo no se dejaba enterrar sino que, al contrario, estaba subiendo, hasta que finalmente consiguió salir del socavón.

19 de noviembre de 2010

Decir NO.


A veces en la vida se debe saber decir NO. Un NO alto y fuerte, un NO que frene que fulmine, que aniquile todo aquello que no nos gusta, todo aquello que nos hace daño y nos entristece.
Dicen que decir NO, que utilizar demasiado la palabra NO hace que te vuelvas negativo pero es que no utilizar NO,  no te vuelve positivo, te vuelve neutro.
No sé decir NO, no digo pero tampoco digo NO. Acepto las circunstancias que no son de mi agrado que es lo mismo que decir sin decirlo.
Ahora sé que todo radica en esa corta palabra que por el hecho de utilizarla no me convertirá en una persona negativa sino en una persona valiente.
Ah!! Pero es que no soy valiente, soy de las que tienen miedo a perder lo poco que tienen no fuera que si lo pierdo me quedara sin nada porque en el fondo la nada me da inseguridad, esa inseguridad que surge cuando se teme no tener algo a lo que aferrarse pero ¿aferrarse a qué? llegué a este mundo sin nada y sin nada partiré, entonces, ¿a qué viene ese miedo a quedarse sin nada?
En algún lugar recóndito de mi alma sé que todo radica en saber decir NO, seguro que en breve aprendo porque no hay más salida:  “o ,  toca decir NO.



18 de noviembre de 2010

Tiempo para pensar. Éxito


Ganarse el respeto de las personas inteligentes y el cariño de los niños. Apreciar la belleza de la naturaleza y de todo lo que nos rodea. Buscar y fomentar lo mejor de los demás. Dar el regalo de tí mismo a otros sin pedir nada a cambio, porque es dando como recibimos. Haber cumplido una tarea, como salvar un alma perdida, curar a un niño enfermo, escribir un libro o arriesgar tu vida por un amigo. Tener esperanza incluso en tiempos de desesperación. Amar y ser amado. Ser entendido y entender. Saber que alguien ha sido un poco más feliz porque tú has vivido. Este es el significado del éxito 
                                                                                                              Ralph Waldo Emerson

16 de noviembre de 2010

Perlas de sabiduría.



"Hay algo más importante que la lógica: la imaginación."

                                                                Alfred Hitchock

14 de noviembre de 2010

Medidas preventivas


 
La vida en el mundo occidental está llena de medidas preventivas que nos protegen de cualquier mínimo grado de sufrimiento tanto físico como mental. Son medidas preventivas contra la enfermedad, la desilusión, la tristeza, la soledad no deseada…
Mi vida está llena de medidas preventivas a todos los niveles. Tomo vitamina C en forma de naranja o kiwi como medida preventiva al resfriado. Tomo jalea real en otoño como medida preventiva a la tristeza que se podría apoderar de mí al acortarse las horas de luz solar. Pinto de colores mis días como medida preventiva al triste gris con el que a veces amanecen las jornadas laborales. Recibo desde hace años un “servicio de cita célebre diaria”  de una web como medida preventiva a la desilusión que sentiría ante la remota posibilidad de abrir el correo de buena mañana y no tener ningún mail esperando ser leído. Lleno el día de actividades como medida preventiva al posible aburrimiento dentro de la previsible vida normal…
Las medidas preventivas las utilizo para no bajar la guardia, para poder seguir el ritmo de la trepidante vida diaria no fuera que un leve contratiempo físico o mental me obligara a ir a una velocidad menor a la que se da por sentado que debo ir. Pero a pesar de todo llega un momento en que las medidas preventivas no sirven de nada, el resfriado acaba por aparecer igualmente a pesar de la gran cantidad de vitamina C con la que inundado  mi cuerpo y la desilusión se apodera igualmente de mi estado de ánimo por algún motivo que nada tiene que ver con recibir o no una cita célebre a diario por mail.
Y la pregunta surge en mi mente, si soy consciente de que no sirven de nada mis medidas preventivas ¿Porqué las sigo utilizando día tras día, estación tras estación? ¿Porqué no dejo de repetir como una letanía aquella frase de algún Doctor mediático “más vale prevenir que curar”? si en definitiva la vida es mucho más simple, sencilla, cómoda, fácil, espontánea sin medidas preventivas detrás de las que escudarse, sin prevenir algo que tal vez no tiene ningún sentido prevenir porque tal vez nunca va a ocurrir.  Sí es cierto, pero mañana sé que seguiré tomando mi dosis de vitamina C y seguiré leyendo mi frase célebre aleatoria.  La vida está llena de contradicciones o tal vez no.

12 de noviembre de 2010

Tiempo para pensar. Halcón


Un rey recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.
 Al cabo de unos meses el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que el otro se comportaba de forma muy extraña. No se había movido de la rama donde lo dejó, desde el día en que llegó.
 Al día siguiente, desde su ventana, el monarca pudo observar que el ave aún continuaba inmóvil. Como nadie sabía decirle lo que le ocurría al halcón, el rey decidió anunciar a todo el pueblo que ofrecería una recompensa, a la persona que hiciera volar al halcón.
 Al día siguiente el rey se asomó de nuevo a su ventana y vio con asombro que el halcón estaba volando. ¿Quién ha hecho este milagro? Preguntó el rey, -traedlo inmediatamente a mi presencia.
 Al cabo de unos minutos le presentaron a un campesino. El rey le preguntó: ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago? El campesino un poco atemorizado por la situación, respondió tímidamente. 
-Fue fácil mi rey, solo corte la rama y el halcón voló. Parece como si de pronto se diera cuenta de que tenía alas y empezó a volar.
Fábula de autor desconocido

10 de noviembre de 2010

Eustrés/ Distrés. Una vida con orden.


El estrés es la reacción que nos sirve a los seres vivos para adaptarnos a los cambios. Cuando sentimos que un acontecimiento exige de nosotros un sobreesfuerzo, ponemos en marcha una serie de mecanismos bioquímicos que nos ayudan a obtener la energía que necesitamos para afrontarlo (el hipotálamo alerta al sistema nervios autónomo y  activa la hipófisis y la tiroides,  las cuales nos hacen segregar adrenalina y noradrenalina, que nos preparan para enfrentarnos a la situación)
Existen dos tipos de estrés, el estrés positivo  y el estrés negativo.
En cuanto al positivo o eustrés  es el que surge cuando focalizamos todas nuestras energías mentales en conseguir llevar a buen puerto una difícil tarea que nos hemos propuesto, funcionamos de manera estructurada para conseguir nuestra meta.
En el estrés negativo o distrés la sensación es de sentirnos desbordados o desmotivados. Aparece un desasosiego que puede tener varias causas: sentir que no estamos preparados, vivir en sobreesfuerzo continuamente, notar que nos faltan los recursos (tiempo, dinero..). Con este tipo de malestar el riesgo de desestructura vital es muy grande. Con el distrés se tiende al caos y con este aumenta la sensación negativa. En ese punto es imprescindible salir del círculo vicioso, organizar nuestra vida es una buena manera de romper ese círculo. 
Organizar la vida, recuperar el control de nuestro cronograma vital y disminuir el estrés negativo se puede conseguir con este Decálogo.
  1. Tener objetivos claros. Saber donde queremos ir. Como decía Schopenhauer “ningún viento favorece a quien no sabe adónde va”
  2. Utilizar una agenda. Un organizador del tiempo donde volcar todos los datos mentales de horas, días, citas.
  3. Planificar. Como dice el adagio “ Si fallas al planificar, estás planificando fallar”
  4. Pasos pequeños. Adquirir el hábito mental de dividir las tareas en pasos más pequeños
  5. Premiarse. Nos olvidamos de premiarnos cuando conseguimos algo de lo propuesto y es algo que debemos hacer a diario
  6. Sin culpa. Debemos substituir culpabilidad por responsabilidad. La culpa es un sentimiento que nos impide adaptarnos mientras que la responsabilidad nos ayuda a recuperar las riendas de nuestra vida.
  7. Autoinstrucciones. El modo que nos hablamos a nosotros mismos es decisivo a la hora de organizarnos y motivarnos. Centrarnos en lo positivo.
  8. Concentración. Entrenar la mente en técnicas de concentración. Focalizar . Centrarse en el aquí y el ahora
  9. Evaluación. Mirar donde estamos, el camino recorrido y hacia donde vamos.
  10. Saber decir no.  Reforzar la asertividad, ser capaz de decir no sin sentirse culpable y negociar con los demás nuestro tiempo.
Si somos capaces de de organizar nuestro tiempo, de llevar un vida con orden, podremos hacer frente al estrés negativo y evitar acabar desbordados por las circunstancias  retomando así el control de nuestra vida.

8 de noviembre de 2010

Tiempo para pensar. Taza


Nan-in, un maestro japonés de la era Meiji (1868-1912) recibió cierto día la visita de un erudito, profesor en la Universidad, que venía a conocer sus enseñanzas.
Nan-in sirvió el té. Colmó hasta el borde la taza de su huésped, y entonces, en vez de detenerse, siguió vertiendo té sobre ella con toda naturalidad.
El erudito contemplaba absorto la escena, hasta que al fin no pudo contenerse más.
-¡Está ya llena hasta los topes!-dijo el profesor-
-Como esta taza- dijo entonces Nan-in, -estás tú lleno de tus propias opiniones y especulaciones. ¿Cómo podría enseñarte la verdadera sabiduría a menos que vacíes tu primero tu taza?
                                                                                                        Cuento Zen



4 de noviembre de 2010

¿Cielo o Trueno?


Alicia en el País de las Maravillas entra en un mundo apasionante cuando sigue al conejo que corre como un loco. Encuentra su camino de una forma casi fortuita.  En otras ocasiones, los personajes  (como por ejemplo don Quijote) deciden  ir en busca de los retos sin que nada les obligue. En ambos casos, sea por algo inesperado o buscado, cuando salen del espacio en el que se sienten cómodos y se enfrentan a  la incertidumbre es cuando comienza la aventura.

Según Pilar Jericó podemos clasificar la aventura según su llamada en dos tipos muy diferenciados: la llamada del cielo o la llamada del trueno.
La llamada del cielo simboliza las aventuras que nosotros buscamos conscientemente porque estamos deseosos de vivir nuevas experiencias. Esto nos sucede cuando nos embarcamos en un cambio personal o profesional. En este caso aunque la aventura sea elegida, no está exenta de problemas o dificultades que tendremos que sortear.
La llamada del trueno sucede cuando aparece algo insospechado que hace tambalear el suelo que nos sostiene (las pérdidas afectivas, un despido, una expectativa frustrada). Muchos truenos aparecen en nuestras vidas sin que hayamos podido preverlos o ni tan siquiera imaginarlos.  A veces aparecen las llamadas del trueno y pensamos “ ahora no me apetece pasar por todo esto”  pero es que la vida no nos pregunta si nos apetece o no, simplemente las dificultades forman parte del guión y solo nos queda interpretarlas como invitaciones que nos da la vida para conocernos mejor a nosotros mismos y evolucionar como seres humanos. La vida está llena de aventuras.

La verdadera profesión del hombre es encontrar el camino hacia sí mismo.
Hermann Hesse

2 de noviembre de 2010

Tiempo para pensar. Momo


Momo tenía un amigo, Beppo Barrendero, que vivía en una casita que él mismo se había construido con ladrillos, latas de desecho, y cartones. Cuando a Beppo Barrendero le preguntaban algo se limitaba a sonreír amablemente, y no contestaba. Simplemente pensaba. Y, cuando creía que una respuesta era innecesaria, se callaba. Pero, cuando la creía necesaria, la pensaba mucho. A veces tardaba dos horas en contestar, pero otras tardaba todo un día. Mientras tanto, la otra persona había olvidado su propia pregunta, por lo que la respuesta de Beppo le sorprendía casi siempre.
Cuando Beppo barría las calles, lo hacía despacio, pero con constancia. Mientras iba barriendo, con la calle sucia ante sí y limpia detrás de sí, se le iban ocurriendo multitud de pensamientos, que luego le explicaba a su amiga Momo: "Ves, Momo, a veces tienes ante ti una calle que te parece terriblemente larga que nunca podrás terminar de barrer. Entonces te empiezas a dar prisa, cada vez más prisa. Cada vez que levantas la vista, ves que la calle sigue igual de larga. Y te esfuerzas más aún, empiezas a tener miedo, al final te has quedado sin aliento. Y la calle sigue estando por delante. Así no se debe hacer. Nunca se ha de pensar en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Hay que pensar en el paso siguiente, en la inspiración siguiente, en la siguiente barrida. Entonces es divertido: eso es importante, porque entonces se hace bien la tarea. Y así ha de ser. De repente se da uno cuenta de que, paso a paso, se ha barrido toda la calle. Uno no se da cuenta de cómo ha sido, y no se queda sin aliento. Eso es importante."

Extracto de Momo. Michael Ende