¿Qué ocurre cuando a uno se le nubla
la mente? ¿Cuándo el entusiasmo toma la batuta y dirige una orquesta
donde solo suenan acordes de felicidad, cuándo solo se ve el vaso
lleno y nunca vacío, cuándo esa fuerza indefinible invade el plexo
solar y regala ánimos para todo, cuándo uno brilla con luz propia,
cuando uno cree que todo es posible y emprende la acción para que
esos sueños se cumplan, cuando a la razón se la silencia y se deja
solo hablar a la intuición?
Ocurre que uno se estrella, ocurre que
uno deja de tener en cuenta variables desagradables pero no por eso
imposibles y se lanza dichoso desde lo alto de un avión, con
paracaídas “of course” pero sin haber probado antes si se abría,
sin la sabia precaución enemiga de la intuición.
Pasamos de la seguridad al riesgo y del
riesgo a la seguridad siguiendo el trazo de un ocho apaisado. Cuando
el control nos invade, la rutina nos asfixia y la seguridad nos
aburre, dejamos pasar al riesgo para que nos alegre la vida, para que
nos ayude a salir de la zona de control previsible y nos dé alas
para volar. Pero a veces no vemos las señales de alarma siempre
presentes, esas que nos dan el chivatazo para disminuir el nivel de
riesgo y volver a trazar el camino del ocho apaisado hacia la
seguridad. Escucharse es la clave, ser capaz de escuchar las alertas
a través de nuestro cuerpo y así ayudar a la mente a sentir el
momento justo de pasar de nuevo a la seguridad para luego volver a
saltar al riesgo. Aprender a dejarse llevar por al euforia siempre
necesaria pero filtrando las emociones para así saber aplacarla si
es necesario, para un sano y necesario equilibrio vital.
2 comentarios:
Uff, eso que expusiste es muy difícil, cuando se nos mete una idea, ya no hay manera de soslayarla. Nos enerva, dejamos que se vuelva obsesión y no paramos hasta que, una de dos: nos damos en la torre o mínimo nos quitamos la duda intentándolo ¿Vale la pena? ¿Valio la pena? A veces ni planeandolo... Por cierto, te invito a descargar una revista virtual en la cual participo: DISTOPÍA Sensacional de Cultura http://distopiasensacionaldecultura.blogspot.mx/ Y aquí también te dejo nuestro espacio de Face https://www.facebook.com/DistopiaSensacionalDeCultura ¡Saludos!
pues coincido con el comentario anterior, me parece francamente difícil discernir cuando asumir el riesgo, y cuando protegerse en la seguridad, considerando además que a menudo el riesgo no proviene de nuestras actuaciones, sino de circunstancias externas que no se pueden conocer de antemano, y mucho menos controlar
besos,
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