Hay un mes para cada cosa y una cosa para cada mes. El mes de diciembre evoca Navidad, agosto vacaciones, junio San Juan, septiembre vuelta al cole y enero es el mes de los sueños al menos para mí.
En enero me doy el gustazo de mirar el año que acaba de terminar, de repasar los sueños, deseos, objetivos, metas logradas o no durante el año que ya forma parte del pasado y edifico, armo, planifico, elaboro una hoja de ruta para los nuevos sueños y los nuevos retos del año que se deslumbra delante mío porque no concibo la vida sin sueños.
Los sueños son el motor, el motivo, el carburante de todo esto que llamamos Vida. Pueden ser sueños pequeños o grandes, pueden parecer imposibles a simple vista para pasar a ser posibles con el tiempo, pueden ser individuales o compartidos, pueden ser lo que nuestra imaginación decida que pueden ser. Los sueños nos dicen adónde ir porque sino sabemos donde vamos nunca podemos llegar a ninguna parte.
Incluso en las épocas de mayor abatimiento, cuando el suelo se nos ha vuelto barro y el aire arena, hay que formularse un deseo posible, atarse a un ideal y concentrarse en conseguirlo, porque solo ahí es donde encontramos la energía que nos permite sentir en nuestro interior la fuerza de la vida. Siempre hay que soñar… incluso para seguir bien despierto.
5 comentarios:
Sí es Enero un mes para los llamados propósitos del año. Se hace balance del anterior y se esbozan los objetivos del que empieza.
Por otro lado veo una gran diferencia entre objetivo o meta y sueño o deseo. Los primeros suelen ser realizables con mayor o menor esfuerzo, con ayuda de la fortuna, y normalmente en un plazo corto o medio, mientras que los segundos bien son a largo o muy largo plazo, o simplemente rozan la utopía.
Lo cierto es que en mi caso Enero es el mes de marcarse objetivos para el año, pero en la práctica todos los meses, todas las semanas, me marco distintos objetivos, y siempre que veo oportunidad repaso mis sueños o deseos, pero seguramente cuando menos lo hago es en un mes en el que lo que busco es lo contrario: concretar.
Coincido contigo natsnoC en que es distinto un objetivo o meta (algo tangible) de un sueño o deseo (algo más lejano o utópico). Soy como tú a la hora de marcarme objetivos mensuales y hasta en mi caso semanales que voy repasando y perfilando muy a menudo para adaptar el rumbo constantemente. En mi caso los sueños los verbalizo, los escribo y luego los convierto en objetivos o metas, los desgloso, los llego a hacer reales a base de ir paso a paso objetivo tras objetivo... Y así como el que no quiere, hay cosas que el día que las pensé parecían imposibles y ahora ya son reales simplemente porque las desglose, prioricé, repasé y pasé a objetivos mensuales, semanales, diarios. Encantada de compartir contigo conversación sobre objetivos y sueños. Un saludo
Hay que soñar y de vez en cuando que se cumplan los sueños, si no es frustrante.
Pues si Blog A, si no se cumplen es frustrante pero supongo que todo consiste en tener sueños de distinta envergadura; fáciles y difíciles para ser capaz de alimentarse con los fáciles conseguidos y así coger fuerzas para seguir luchando o esperando lo difíciles
Nunca supe hacer una plan de ruta... y así me va... a trompicones.. y mira que me gusta el orden, pero me agotan las planificaciones.
Enhorabuena por tu poder!
Un abrazo!
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