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8 de noviembre de 2010

Tiempo para pensar. Taza


Nan-in, un maestro japonés de la era Meiji (1868-1912) recibió cierto día la visita de un erudito, profesor en la Universidad, que venía a conocer sus enseñanzas.
Nan-in sirvió el té. Colmó hasta el borde la taza de su huésped, y entonces, en vez de detenerse, siguió vertiendo té sobre ella con toda naturalidad.
El erudito contemplaba absorto la escena, hasta que al fin no pudo contenerse más.
-¡Está ya llena hasta los topes!-dijo el profesor-
-Como esta taza- dijo entonces Nan-in, -estás tú lleno de tus propias opiniones y especulaciones. ¿Cómo podría enseñarte la verdadera sabiduría a menos que vacíes tu primero tu taza?
                                                                                                        Cuento Zen



6 comentarios:

Maeglin dijo...

Despojarse de los prejuicios sí, pero creo que tampoco es positivo llegar al cero absoluto a la hora de desprenderse de todo lo aprendido con anterioridad. No soy fan del "desaprendizaje2 que postula Punset. Ya que es justamente ese "equipaje personal" lo que podemos aportar nososotros y sólo nosotros a ese aprendizaje. Yo creo que el subjetivismo sin intransigencia suma más que resta.

Layna dijo...

El desaprendizaje de Punset es algo que se predica constantemente. A mi me cuesta horrores desaprender, pienso como tu, que lo aprendido me da una opinión subjetiva del mundo, crea mi persona, es mi equipaje….Pero a veces miramos la vida por costumbre, de la manera que siempre la hemos visto, de la manera que la experiencia nos dice que es. Olvidamos esa capacidad de mirar los días como si fueran nuevos, a punto de estrenar, olvidamos escuchar porque “eso ya lo sé” y en esos momentos vaciar la taza para que se llene de cosas distintas está bien aunque yo no lo consigo aunque el verdadero problema es que no sé si prefiero que la taza este llena o vacía. Salu2

raindrop dijo...

Me gusta esta parábola. A veces no somos conscientes de que la mejor manera de ir vaciando algo de lo que no nos interesa es ir llenándolo con lo que sí nos interesa.
Y lo personal nunca se pierde, porque cada cual tiene su propia taza.

besos

Layna dijo...

Pues tienes razón raindrop cuando dices que lo personal no se pierde porque cada cual tiene su propia taza, llena o vacía sigue siendo propia. Besos

Jlin dijo...

Sencilla e interesantísima parábola, ahora mismo estoy leyendo un libro en que se habla de algo parecido, de como hay que olvidar mucho de lo que sabemos para aprender cosas nuevas. Es como vaciar la taza, y no es nada fácil por cierto.

Layna dijo...

JLin,¿qué libro es ese tan interesante que estás leyendo? la verdad es que me interesa saber "como vaciar la taza" porque la teoría me la sé a la perfección pero llevarla a cabo ya es otra historia