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15 de diciembre de 2010

Vivir como si fuéramos inmortales


Todos sabemos que nada ni nadie habrá de ahorrarnos el final
sin embargo hay que vivir como si fuéramos inmortales
sabemos que los caballos y los perros tienen las patas sobre la tierra
pero no es descartable que en una nochebuena se lancen a volar

sabemos que en una esquina no rosada aguarda el ultimátum de la envidia
pero en definitiva será el tiempo el que diga dónde es dónde y quién es quién

sabemos que tras cada victoria el enemigo regresa buscando más triunfos
y que volveremos a ser inexorablemente derrotados vale decir que venceremos

sabemos que el odio viene lleno de imposturas
pero que las va a perder antes del diluvio o después del carnaval
sabemos que el hambre está desnuda desde hace siglos
pero también que los saciados responderán por los hambrientos

sabemos que la melancolía es un resplandor y sólo eso
pero a los melancólicos nadie les quita lo bailado
sabemos que los bondadosos instalan cerrojos de seguridad
pero la bondad suele escaparse por los tejados
sabemos que los decididores deciden como locos o miserables
y que mañana o pasado alguien decidirá que no decidan

sintetizando / todos sabemos que nada ni nadie habrá de ahorrarnos el final
pero así y todo hay que vivir como si fuéramos inmortales

                                                                                      Mario Benedetti

3 comentarios:

Maeglin dijo...

"sabemos que en una esquina no rosada aguarda el ultimátum de la envidia
pero en definitiva será el tiempo el que diga dónde es dónde y quién es quién"

Sabiduría absoluta y fé en la justicia del correr de la vida.

Layna dijo...

Pues a mi me gusta más la parte de "vivir como si fuéramos inmortales" porque si uno es capaz de vivir la vida como si nunca se fuera a terminar "nada" de lo que ahora mismo hay en ella se pierde el miedo a perder y se puede ser plenamente feliz. Cuando uno es feliz, llegar a creerse que "es para siempre" aunque solo sea en pequeños momentos, en pequeñas epocas de la vida, da esa sensación de inmortalidad irreal, de permanecer, de estar siempre. Evidentemente es un concepto falso porque "nada es para siempre" pero creerse uno se puede creer lo que quiera. Al final las cosas, los pensamientos , las creencias son como talismanes que nos ayudan a ser felices

Jlin dijo...

Precioso poema reflexión como por otra parte es habitual en don Mario y en este blog ;-)