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12 de abril de 2011

Ver la vida pasar



A veces la vida me brinda la oportunidad de hacer un paréntesis, de estar en un lugar distinto del habitual en un momento concreto. Mis tardes son laborales y sin vistas pero la semana pasada la vida me regaló una tarde libre, unas horas que disfruté enormemente por su condición de únicas, atípicas e inusuales.
Me senté en un banco semicircular de madera en una recién estrenada zona peatonal a ver la vida pasar. Pude oír a mis hijos reír mientras jugaban a perseguirse entre los árboles, vi a nuestros mayores compartir tertulia,  a las adolescentes pasear bolsas de Zara hablando por el móvil… Las calles estaban abarrotadas de gente por todas partes, el calor de la recién estrenada primavera animaba a degustar el primer helado de la temporada. Una tarde con sabor a vainilla y de fondo una canción de la que recuerdo un verso “ La vida te da los besos que le puedas dar”
Me limité a gozar plenamente de mis inusuales horas libres a media tarde. Obligué a mi mente a dejar de lado mi sentimiento de culpa, acallé a mi instinto maternal que me susurraba que todo aquello es lo que me pierdo tarde tras tarde, respondí que es mejor tiempo de calidad que cantidad  pero en mi corazón sentí que alguien me robaba esos momentos. ¿Conciliar? Conciliar es una utopía en la empresa privada española de hoy en día, al menos en la que yo trabajo.

14 comentarios:

Maeglin dijo...

Es cierto que a veces no sabemos lo que nos perdemos hasta que la vida nos pone a tiro una prueba gratuita. Como por ejemplo la tarde extra de la que hablas, seguro que si los astros no se hubiesen alineado no la hubieras concebido tan ordinariamente extraordinaria como luego se presentó. Ahora tienes el riesgo de divagar y fantasear con que será de sus otras 4 congeneres laborables y echarlas de menos en ausencia.

juan andrés estrelles dijo...

La verdad es que no puedo estar más de acuerdo con todo lo que expones. En mi caso los turnos varían mañana o tarde pero el resultado es el mismo. Encontrarte unas horas libres, fuera de lo esperado es un autentico lujazo. Bien venido sea. Leer el recuerdo de tu tarde, el parque, el helado, la relajación. Ha sido como poder disfrutar de unos segundos de esa paz. Me ha gustado visitarte. Un saludo, nos leemos.

Pepe Cahiers dijo...

Eso me ha hecho recordar un verano que pasé en la casa de campo de un tío mío y cómo al levantarme por la mañana temprano, algo no habitual en un niño en vacaciones, y darme un paseo entre árboles, jardines y cultivos daba la sensación, en aquel silencio interrumpido por párjaros e insectos, que el mundo acababa de nacer.

Clementine dijo...

Es que no hay nada como poder pararse de vez en cuando a ver la vida pasar. Eso te recarga mucho las pilas..

natsnoC dijo...

¿Conciliación? ¿Qué es eso?

Ni las empresas ni tampoco las escuelas, porque me dirás tú que eso de que mis hijas salgan a las 16:30 facilita la conciliación con la vida laboral.

Disfrutar de no hacer nada, de contemplar sin prisas lo que ocurre.. Sí, una gozada. A ser posible en un sitio tranquilo, claro, porque en un banco de una avenida donde pasan autobuses y te tiran el humo, o motos que te ensordecen, eso no relaja ni se disfruta.

Jlin dijo...

Conciliar la vida laboral y familiar en este bendito país no es que sea complicado, es prácticamente imposible, al menos para la mayoría de las personas. Una pena. Esa vainilla seguro que estaba deliciosa en cualquier caso :-)

Mario Salazar dijo...

Yo particularmente quisiera que el día fuera más amplio, siento que quiero hacer tantas actividades que no puedo con todas, pero para ser franco soy una persona que se ha acostumbrado a ese ritmo, a pesar de que puedo amargarme a veces por la falta de tiempo o sentir cansancio que quisiera dormir toda una mañana, enseguida siento un temor por el orden de mis ocupaciones, es decir prefiero estar atareado de labores y deseos que de a pocos consigo cumplir que tener todo el tiempo del mundo y carecer de responsabilidades, siento que las obligaciones nos hacen grandes, manejarlas y hacer lo posible por ser un hombre activo que logra manejar su tiempo. Finalmente en el esfuerzo están los premios, la libertad no es más que saber escoger nuestras ocupaciones que deben estar ancladas a nuestras metas. Una película una noche o unas hojas de lectura revitalizan lo que tengo que ir a cumplir. Un abrazo.

Mario.

A-B-C dijo...

¡Qué maravilla poder disfrutar así como lo hiciste, con todos los sentidos!

La calidad mejor que la cantidad, totalmente en el clavo.

El Tirador Solitario dijo...

Cómo retratas ese momento, esa tarde, que maravilla...

Y sí, es verdad, llevamos una vida de locos, (y eso que yo, como soltero despreocupado no tengo excesivas obligaciones familiares), pero eso de la conciliación me parece una quimera, y hoy por hoy, casi el timo de la estampita...

Clementine dijo...

¿Tú, soltero? ¿Y encima despreocupado?

miquel zueras dijo...

Cuando empecé a tener problemas de insomnio un amigo me recomendó tomarme unos minutos al día simplemente no haciendo nada. Lo aconsejo a todo el mundo. Borgo.

El Tirador Solitario dijo...

Como si fuera un personaje de Woodehouse, Clementine, " Apuesto,alegre y despreocupado, que disfruta de la paz perfecta que ofrece al hombre el estado de soltería"...

Clementine dijo...

Santo Dios, Tirador, esto no me lo esperaba, ni siquiera de ti... Modesto baja que sube...¿quién?

Layna dijo...

Maeglin. Cierto es que las cosas cuando son ordinariamente extraordinarias pasan a ser dignas del recuerdo. No, lo siento pero no eche de menos a ninguna de mis compañeros durante esa tarde libre, será que lo que hice y con quien estuve me llenó mucho más que producir para un salario.

Juan andrés estrelles. Bienvenido a mi blog !!! Me alegra que te haya podido transmitir un poco de esa paz. Me doy por satisfecha . Gracias por leerme y comentarme.

Pepe Cahiers. Pero que bonita tu mañana de verano! La sensación , en tu caso, es la de ver nacer el mundo…
Clementine. Siiiii las pilas se recargan solo por el mero hecho de pararse a mirar. Besos

natsnoC. Pues ya no me siento tan bicho raro si veo que no soy la única que se queja por no poder conciliar ni a la de tres en esta España en la que trabajamos. Amigas mías que viven el Europa o yo misma cuando estuve una temporada en EEUU me quedé maravillada de que los horarios laborales intensivos que les permiten disfrutar de la familia. Llega un momento que una piensa ¿Y eso es la vida? ¡Si parece que tenga que pedir permiso para disfrutar de los míos! Pero no me quejo, no me quejo.. peor sería tener todo el tiempo no laboral del mundo y no tener que sufrir por conciliar.
Ver la vida pasar mejor en un parque sin lugar a dudas, ver los coches pasar no relaja nada de nada.

JLin. Me gusta almacenar momentos en mi mente asociándolos con los 5 sentidos, es la mejor manera que tengo de vivir el momento presente. La vainilla sin lugar a dudas forma parte de esa tarde :-)

Mario. Pues a mí de tanto en tanto me apetece “hacer vacaciones de mi vida” dejar de lado las obligaciones, las preocupaciones, los objetivos y las metas por conseguir. Evidentemente es porque sé que mi ajetreada vida me espera. Si todo fuera ocio y no tener nada por lo que luchar, el hastío se apoderaría de mí y no sería feliz. Un abrazo

A-B-C. En eso me escudo, en la calidad antes que la cantidad!!!

Miquel Zuerras. Los problemas de insomnio deben ser complicados de verdad, eso de tener ganas de descansar y no poder… me alegro que ese sabio consejo te fuera como anillo al dedo.

Tirador Solitario y Clementine. ¿Pero que haría yo sin vuestras cariñosas trifurcas? Sois entrañables y vuestras conversaciones me hacen reír sin parar más de una vez. Me honra que habléis en mi blog. Besos