Páginas

14 de marzo de 2011

Dichosos móviles


¡Que silenciosa era la vida cuando no había móviles! Y es que desde que todo el mundo tiene móvil tener un momento de silencio es francamente difícil.
Se oyen musiquitas a todas horas mientras una va andando por la calle. Al  cabo de pocos  segundos se paran para dar paso a  una conversación personal y privada que ni me va ni  me viene. La gente sigue andando mientras habla, grita, gesticula, discute, hace las paces,  dice te quiero al aire, llora, ríe… pero en ese caso es soportable porque puedo escoger seguir escuchando o no, con cambiar de acera lo soluciono. Lo realmente horroroso es cuando una entra en el autobús y suena el móvil de la señora que está  al lado y me entero de lo que va a comprar, de donde venden las naranjas más baratas, que  los huevos rellenos de atún que hizo ayer a su marido le salieron bonísimos tal y como su  vecina le había contado. Suerte que el trayecto es corto y en 10 minutos  me libro de esa conversación. Peor es ir en el tren, estar sentada leyendo el periódico y que suene el teléfono del señor que tengo a mi lado. Me entero de todos los problemas de su oficina, oigo los gritos que da  a su supuesta secretaria por alguna negligencia y durante largos minutos no hago más que  desear SILENCIO  en silencio. ¿Dónde están los vagones silenciosos como en Suiza, de hace años,  donde una subía y nada se oía más que el silencio? Seguro que aquí los hay en alguna parte pero mira por donde yo no me he topado con ellos. Y es que al cabo del día ¡no llego a oír ni mis propios pensamientos!, solo hago que escuchar las vidas de personas desconocidas…
Si me quedo todo el día en la oficina la cosa no mejora. Cada hora, minuto arriba minuto abajo, oigo como mi compañera de trabajo que se pone en la zona de la máquina del café para llamar a su recién estrenado amor y endulza el café con palabras azucaradas, ¿Pero es necesario tanto? ¡Que estamos en el trabajo y uno debe aprender a “pasar las horas” sin oír al ser amado cada dos por tres! La pobre chica se debía pensar que no se la oye (aun que la zona del café es diáfana y sin paredes en medio de un pasillo concurrido) pero se la oye, mira si se la oye que la jefa el otro día nos envió un e-mail diciendo que teníamos que limitar el uso de los móviles personales a casos realmente urgentes. Aquí se tendría que detallar “urgentes” porque para mi compañera es una urgencia, una necesidad oír un te quiero cada hora.
Pero el caso más extremo para mí fue cuando en medio de una entrevista de trabajo que estaba realizando, al candidato le suena el móvil con una música moderna,  lo coge, mira la pantalla y ahora es cuando yo pensé “ no pasa nada, ahora lo silencia “ pero no, el señor descuelga mientras me dice “perdona, solo es un momento” y se pone a discutir con su ex mujer delante de mí sobre quien tiene que quedarse al niño ese fin de semana pues se ve que nadie lo quería ya que los dos tenían planes y el niño molestaba.  Aguanté esa conversación fuera de tono y de lugar por simple educación. Cuando colgó el dichoso móvil,   no le di opción, me levanté, le di las gracias y un adiós que no fue ni educado. Y es que a mí no me importa lo más mínimo la vida personal de las personas y menos en el momento que estoy decidiendo si les voy a dar un trabajo o no. ¿Pero es que la gente no es conciente de que mientras habla con ese aparatito la conversación se oye?, ¿Que las demás personas aun deseándolo no podemos cerrar las orejas como si fueran ojos? En 2 minutos supe todo lo que necesitaba saber. En ese caso se lo debo al móvil porque durante la entrevista se me habían pasado cosas por alto, mira por donde.
Silencio, silencio para oírme a mi misma sin tener que ponerme la música del Ipod que neutralice las conversaciones ajenas, eso es lo que me gustaría. ¿Educación? Igual si, igual pasa por la educación pero de momento me entero de un montón de cosas sin desearlo.

14 comentarios:

Clementine dijo...

Qué razón tienes, Layna. A mí sí me ha pasado muchas veces eso de ir en el autobús leyendo un libro y tener que cerrarlo porque se me ha sentado alguien cerca que no deja de hablar por el móvil de, como bien dices, cosas que no me importan lo más mínimo. Y lo peor es que no me deja concentrarme en la lectura. Antes no había móviles y no pasaba nada malo. Y qué necesario es el silencio en ocasiones...

miquel zueras dijo...

La semana pasada viajé en el AVE y cuando faltaba una media hora para llegar al destino los pasajeros se lanzaron como posesos a por sus móviles y se lió un concierto de tonos, teclas y conversaciones del copón. ¿No pueden esperar a llegar a la estación?
Pero lo que me pone de los nervios es esa moda de los grupitos que en un local, en mitad de la pista de baile, se tiran media hora haciéndose fotos con el movil. Agh. Borgo.

A-B-C dijo...

¡Puf! la verdad difícil resulta tratar de concentrarse en lo que estás leyendo durante el trayecto con la conversación telefónica encima.

Lo de la entrevista, la verdad, me parece llevar el abuso de los móviles a un extremo exagerado. No me extraña que dieses por terminada la entrevista,

Saludos,

Matías dijo...

En mi pais los "planchas" (tribu urbana aficionada a la música tropical) suelen ir en los ómnibus reproduciendo musica en sus celulares sin auriculares. Alli extraño el silencio, para lo otro estoy acostumbrado (lamentablemente, y me impide leer).

Por lo demás mi movil rara vez suena, y si lo hace es sin ruido. Es como tu dices, cuestión de educación. Saludos.

El Tirador Solitario dijo...

Los móviles, los móviles...todo un signo, junto con internet, de nuestros tiempos. Y al final es sólo problema de educación, sólo eso...y ahí está el problema que eso escasea.

Yo lo utilizo sobre todo para oír la radio; pero la fortuna que tengo es que me resulta fácil aislarme mientras voy viajando (paso dos horas al día en el bus), y entre otras cosas, pienso en lo que voy a escribir en el blog...y es muy divertido y relajante.

Muy oportuna tu entrada, Layla...

Pepe Cahiers dijo...

Yo lo utilizo básicamente para jugar al tetris, en momentos de espera.

natsnoC dijo...

A mi lo que me alucina es ver a los chavales del instituto todos con móviles última generación. He llegado a ver niños en primaria con móviles.

Y lo que no entiendo es que la gente no se dé cuenta de que hay otros no oyendo, no: escuchando. Yo intento ser discreto, silencio el móvil en reuniones, en el cine, en el hospital, salas de espera, etc.. Pero cuando en pleno hospital oyes el politono de Lady Gaga entran ganas de tirarlo por la ventana.

Por otro lado, qué gran avance tecnológico. No sé si me gusta eso de estar siempre localizable, pero sus ventajas son innegables.

Maeglin dijo...

Aquí se tendría que detallar “urgentes” porque para mi compañera es una urgencia, una necesidad oír un te quiero cada hora.

Ahí creo que te equivocas y deberías ponerte de parte de tu compañera. Porque entre alegrarte por la felicidad de una persona y su recien estrenado amor por cansina que fuere o dar la razón a la "alambrada" que te envia mensajes diciendo que restrinjais las llamadas personales no hay color. Siempre del lado de la felicidad aunque sea ajena que algo te salpicará. Es lo que la inteligencia emocional recomendaría.

Layna dijo...

Clementine. ¿A que sí Clementine? ¿A que hace falta Silencio de tanto en tanto? Una cosa tan sencilla como leer con ese ruido de fondo se vuelve una quimera. Un beso

Miquel Zueras. ¡Pues aun tuviste suerte que solo duró la última media hora! En definitiva supongo que necesitamos comunicar a alguien que seguimos respirando, que no se ha descarrilado el tren o algo así , pero si, se podrían esperar a llegar a la estación. Lo de las fotos en los locales de moda me lo he perdido pero me lo puedo imaginar. Benvingut al meu blog!!

A-B-C. ¡¡¡Menos mal que tú me entiendes!!! Porque a veces pienso que soy demasiado estricta en según que temas y más si son del trabajo. Un beso

Mr. Dupin. No conocía “los planchas” ufff ¡eso debe ser de lo más horrible! Por mi ciudad no sé da (de momento) y espero que no impere esa moda. Saludos

Tirador Solitario. Pues si, es un signo de nuestro tiempo que si sabemos manejar adecuadamente es genial. ¿Dos horas de bus al día? Pues suerte de la radio con auriculares que te ayuda a aislarte del mundo porque sino es mucho tiempo oyendo a los demás sin poder remediarlo. ¡¡¡Bien hecho esto de aprovechar para pensar post!!! Un saludo

Pepe Cahiers. Pues es una buena opción el tetris mientras uno espera porque entretiene y pasa el tiempo más rápido. No te olvides del móvil a finales de marzo que seguro que te hará falta para dar la buena nueva a todos tus seres queridos aunque sea por sms. Un saludo

nastnoC. La edad en que un niño debe tener su primer móvil es algo que está en la boca de muchos. No soy partidaria ni mucho menos en primaria, todo llega cuando tiene que llegar.
Lo de los hospitales es nefasto igual que en los cines o en el teatro o en un concierto de música clásica. No puedo soportarlo. ¿Ventajas el móvil? ¡Inmensas! Más que desventajas. Poder estar localizable cuando yo decida estarlo no tiene precio sobretodo con temas de niños pequeños por el medio. Uno puede escoger cuando estar o no estar localizable, con apagarlo se soluciona ¿no? El problema, creo yo, es que la gente no sabe desconectarlo. Salu2

Maeglin. ¡Eres un romántico de pies a cabeza Maeglin! ¡Claro que me alegro por la felicidad de mi compañera, una cosa no quita la otra! Pero cada cosa a su hora. De la misma manera que mi compañera no le gustaría que en su tiempo de ocio la llamaran al móvil por temas del trabajo, en horario de trabajo se tiene que trabajar o al menos intentarlo, ¿no crees? Cada 50’ parar 10’ para decir palabras amorosas es bonito pero poco productivo, básicamente es que no tiene tiempo de concentrarse ¿no? El amor es genial, es precioso, lo es todo pero debemos saber vivir con el amor dentro del día a día. La inteligencia emocional creo que recomendaría que debemos saber observar las emociones y adaptarlas, amoldarlas, pero tampoco soy experta en el tema. Salu2

Samuel dijo...

pufff ya te digo, con lo que me gusta estar ami en silencio... pero la gente ya lo hace como una rutina el cojer y sacar el movil y ponerse a gastar dinero para hablar con una persona que a la media hora ya la tiene enfrente y vuelve a hablar de lo mismo... jeje es lo que toca, y cada vez será peor con las nuevas tecnologías. saludos y espero que visiteis mi blog: lavidaperfecta.webcindario.com

Jlin dijo...

Uy mi madre que tarde llego a comentar, ya está todo dicho :-) Los móviles han roto el precario silencio que había en este mundo ya de por si ruidoso. La gente da por hecho que puedes hablar con el móvil donde sea y en el tono que sea... asco de móviles.
Saluditos

Layna dijo...

Samuel. Pues si, supongo que es lo que toca ahora, hablar por en persona de lo que hace media hora que se ha hablado por teléfono. Bienvenido a mi blog!

JLin. ¡Nunca es tarde cuando la dicha es buena! ¿Silencio? Eso es una mera ilusión, un recuerdo del pasado a no ser que uno esté en el monte y sin cobertura. Salu2

Pimpollo dijo...

"Cada 50’ parar 10’ para decir palabras amorosas es bonito pero poco productivo, básicamente es que no tiene tiempo de concentrarse"
Sobre el comentario que le has puesto a Maeglin, comentarte que quizas, lo poco productivo es escribir un Blog en horas de trabajo. Supongo que estar pensando en crear una nueva entrada o directamente escribir en el Blog te puede llevar mucho mas de esos 10 minutos que tu compañera esta hablando con su persona amada, y creeme esos minutos a lo mejor llenan mas a tu compañera que cualquier otra cosa en el mundo y al final la hacen ser mas productiva, porque al fin y al cabo se siente amada y es feliz.

Layna dijo...

Pimpollo. Bienvenido a mi blog. Gracias por leerme y comentarme. La pluralidad de opinión genera debate y eso es genial. Que una persona sea o no productiva en su empresa le debe preocupar al empresario, la jefe de esa empresa, no a mí. Obvio es que cada cual produce o no según le plazca, tanto da si piensa en el amor, en sus vacaciones en el caribe, en la primitiva que le va a tocar, en el blog, en el futbol o lo que sea... todo el mundo es LIBRE de motivarse como desee, ¡faltaría más! . No creo que Maeglin se molestara por el tono irónico de mi comentario sobre su comentario pero si fuera así le pido disculpas a él . A ti te agradezco la visita y de productividad ya hablan los periódicos a todas horas, que si trabajar más y cobrar lo menos, si esto que si aquello. Aquí, en mi blog, me evado, soy irónica y vivo el momento. Para gustos los colores como dice un amigo mío. Un saludo