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8 de febrero de 2012

Shibuya



Los viajes me apasionan a todos los niveles. Me gusta desplazarme hasta un lugar desconocido y notar como todo mi ser se impregna de olores, sabores, paisajes, sensaciones nuevas. Notar como las neuronas van a una velocidad acelerada y  mi entusiasmo impregna el aire. Dicen que leyendo se consigue algo parecido, que uno puede viajar con la mente a cualquier país, a cualquier época de la historia, a cualquier mundo imaginario. Es cierto, uno puede ir con la mente a miles de lugares, vivir cientos de vidas pero nunca será nada comparable como sentirlo en la propia piel. La imaginación acerca, pero no sumerge.
Uno de mis retos para este año a nivel lectura, es incluir libros ambientados en cada uno de los continentes y que el autor sea autóctono. Los libros se acercan a mí sin yo pedirlo y me doy cuenta que encajan en ese reto. Actualmente leo Tokio Blues de Murakami. Viajo al Japón de los años 70 con sus palabras, veo los paisajes y las personas que se deslizan por ese ambiente intimista que solo él sabe recrear. Paralelamente aparece Tokio por mi vida sin previo aviso; un artículo en la prensa, un reportaje en la TV, alguien que ha viajado recientemente a ese país.
Del Tokio actual me sorprenden muchas cosas pero tal vez la que más capta mi atención es el famoso cruce de calles al lado de la estación de Shibuya. Los semáforos del lugar detienen la circulación de todas las calles que llegan allí a la vez, provocando una marea humana que parece ir en todas direcciones, aún manteniendo el orden dentro del caos. El individuo pasa desapercibido, es uno más, engullido por el alud humano.

7 comentarios:

miquel zueras dijo...

Una propuesta interesante. Para África (el Continente Negro, como decían mis profesores) te recomendaría Joseph Conrad y su "Corazón de las Tinieblas", recoge muchas sensaciones como las que yo viví en un viaje a Mali. Saludos. Borgo.

Pepe Cahiers dijo...

Yo es que sufro el síndrome de Boabdil, que me impide salir de mi ciudad a no ser que me obliguen.

El Tirador Solitario dijo...

¡Que bien dibujas las sensaciones que provocan un viaje! Japón me parece fascinante, pero más aún sus grandes maestros cinematográficos de los 40-50...en realidad no se si ese es el Japón real...pero seguro que si el más bello y revelador.

Un beso.

natsnoC dijo...

"Tokio Blues" lo tengo en mi lista desde hace un tiempo, pero aún no ha caido. ¿Me lo recomiendas?

Unknown dijo...

Es bonito viajar así y poder despegarnos de nuestro mundo por un tiempo.

Un beso

No.me.pises.que.llevo.chanclas. dijo...

yeahhh! viajera! me encanta que nos cuentes cosas de sitios maravillosos! así, soñamos desde casa hasta las ansiadas vacaciones!!!!!!!

Layna dijo...

ChaC.Pues anímate que todo se puede hacer con la imaginación. Bienvenido

Miquel. Me apunto este Corazón de Tinieblas que ir a Mali es algo más que tentador. Besos

Cahiers. ¿Y cómo puedes vivir sin salir de tu ciudad? ufff yo no podría. Ánimos!!!

Tirador. Japón me da la sensación de que a de ser un país increíble por su cultura, su historia, su fuerza, su resistencia... pero claro igual una vez allí no es tal y como parece. Besos

natsnoC. Siiii te lo recomiendo. A mi me ha encantado aunque reconozco que es intimista y que para leer a Murakami se debe estar preparado. No es un libro de los que pasan sin más.

Sory. Sí, salir a dar una vuelta y volver a nuestra cálida existencia nunca está mal. besos

No.me.pises.Gracias!!! me animas a comentar más cosas de viajes!! descuida que lo haré. Besos