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1 de diciembre de 2011

Muñeca de sal




Una muñeca de sal recorrió miles de kilómetros de tierra firme, hasta que, por fin, llegó al mar. Quedó fascinada por aquella móvil y extraña masa, totalmente distinta de cuanto había visto hasta entonces. «¿Quién eres tú?», le preguntó al mar la muñeca de sal.
Con una sonrisa, el mar le respondió: «Entra y compruébalo tú misma».
Y la muñeca se metió en el mar. Pero, a medida que se adentraba en él, iba disolviéndose, hasta que apenas quedó nada de ella.
Antes de que se disolviera el último pedazo, la muñeca exclamó asombrada: «¡Ahora ya sé quién soy!».
Del libro El canto del pájaro, de Anthony de Mello


5 comentarios:

Unknown dijo...

En algún momento seremos Uno en la inmensidad del océano, mientras seguiremos caminando por la arena...
Un beso

Clementine dijo...

Fragmento maravilloso éste... Un beso.

A-B-C dijo...

A mí también me ha gustado. Antony de Mello era un filósofo del día a día muy sencillo.
Saludos,

María Beatriz dijo...

Nuestra alma forma parte de un Todo. Cuando nos demos cuenta de ello, entenderemos el por qué de nuestra existencia...Y la búsqueda de nuestra esencia llegará a su fin.

Muy buen texto de A. de Mello!
Gracias por compartir!

Saludos cordiales
Maribe

Layna dijo...

Sory. Precioso cuando comentas "seguiremos caminando por la arena"...hasta que llegue el día que necesitemos entrar en el agua. Un beso

Clementine. Me alegra que te guste. Un beso

A-B-C. Muy bien descrito" filósofo del día a día muy sencillo"...y es que a mí me gusta la filosofía "aplicable" a la vida y él lo consigue. Un beso

María Beatriz. Si,pienso como tú, el día que consigamos entenderlo, la busqueda de nuestra esencial llegará a su fin...¡pero que difícil y costosa resulta a veces esa búsqueda! Un beso