Uno de los inventos que más uso en mi día a día son
los post-it. (Resaltar que he dicho “que más uso”, lo cual no quiere decir que
sea el que considero ni el más importante ni el mejor). A épocas invado mi casa y mi trabajo de
post-it de todos los colores y tamaños. Ahora mismo estoy sumergida en una de mis época post-it y por todas partes
rezan las siglas AiA sacadas del mi lengua materna Aquí i Ara (Aquí i Ahora). Vivir el Aquí i el Ahora, es algo que hace
años que intento que acompañe mi vida. Con los post-it simplemente consigo
acordarme más de este concepto que intento instaurar actualmente como hábito en
mi vida. Recientemente he descubierto que en inglés existe una palabra para
designar mi AiA que no es otro más que mindfulness.
Investigando sobre esa palabra, constato que
psicólogos, coachs y filósofos coinciden en resaltar la importancia de prestar atención al momento presente, a lo
que ocurre aquí i ahora. Es algo que parece sencillo pero que en realidad
no lo es. Nuestra mente pasa de un objeto a otro, de un estímulo a otro, de un
pensamiento a otro, algo que en yoga se designa como “la mente del mono” dado
que como aquel, brinca de rama en rama atraído por cualquier estímulo.
Vivimos
continuamente en la anticipación,
pronosticando dificultades, haciendo vaticinios o desando que llegue un futuro
que, en cuanto se convierte en presente, nos deja de satisfacer. Estamos
acostumbrados a la prisa, a recorrer a los automatismos para resolver
situaciones simples o complejas. Así mismo vivimos
en la sociedad de las interrupciones. Trabajamos y dejamos de hacer lo que
estamos haciendo porque suena el teléfono o recibimos un mail. Charlamos con un
amigo y paramos la conversación para responder una llamada del móvil o
contestar un sms. Todo parece invitarnos a la dispersión. Por otro lado vivimos en la sociedad de la información,
nos llegan más noticias, informes e información en general de la que podemos
realmente digerir o canalizar.
Delante de todo este caos que es la vida del SXXI,
nuestra mente corre hacia lo que vendrá después, juega a la anticipación aunque
ciertamente no tenemos ni idea de a que
vamos a prestar atención en el próximo segundo.
El mindfulness nos invita a practicar la
concentración, a darnos tiempo para auto observarnos y observar lo que nos
rodea. Consiste en ser capaces de centrar la atención en el momento presente,
sin que la mente se vea arrastrada por pensamientos, juicios u opiniones. Ser capaces de focalizar la atención en lo
que estamos viviendo en el momento que lo estamos viviendo.
¿Pero cómo se hace esto? ¿Dónde está el método? Consiste en poco a
poco, ir centrándonos en los sentidos,
en observar, escuchar, respirar, oler, degustar, sentir la vida a través del
cuerpo, notar todo lo que nos ocurre a cada momento que nos está ocurriendo. Con la practica uno consigue prestar atención
a los procesos de la conciencia y uno no solo ve, oye o siente sino que se da
cuenta que está viendo, oyendo o sintiendo. Así mejoramos la calidad de la
experiencia y por tanto la calidad de nuestra vida.
Los entendidos constatan que a través de la
meditación uno consigue ser más ágil en el arte de centrar la atención, en ser
capaces de vivir el momento presente. De meditación la hay de muchos tipos y maneras, a veces andando o sentándose en un
parque viendo la vida pasar, notando la respiración, uno
consigue, simplemente, ser feliz de
sentirse vivo y practicar mindfulness a las mil maravillas.
Bibliografía
- "Atención plena". Isabel S. Larraburu. Editorial Temas de Hoy
Bibliografía
- "Atención plena". Isabel S. Larraburu. Editorial Temas de Hoy